¡Menuda caca! grrrrrrr
El tío casi ni se ha dignado a mirar los resultados de los análisis previos, me ha dado un churro de explicación sobre anticuerpo
No he entendido nada.
Y soy una persona capaz y acostumbra
El análisis de vitaminas y minerales no entra en el "catálogo" de servicios públicos..
Y que ellos son los que deciden qué hay que revisar, y cuándo "se te tiene que medicar"
¿Perdoooooo
¿Pero tú a qué estás acostumbra
A gente mayor, toma y calla?!
Yo decido sobre cuestiones relacionad
¡So besugo! ¡Pazguato! ¡Mequetrefe
¡Cacique!
¡Maestro aguja!
No hay derecho a que en una consulta de la sanidad pública se dispense este trato al paciente. Por no mencionar que era la primera vez que acudía a visita con el médico de cabecera que me tienen asignado (por supuesto, voy a solicitar el cambio), y el dude ni se ha presentado (en mi pueblo somos pocos habitantes; sabía perfectamente que no me conocía), todo el rato mirando por la ventana, ni me miraba a la cara cuando hablaba dirigiéndome a él, y me ha dejado hablando todo el rato con la chica de prácticas, en contra de la que no tengo nada, que me parece genial que haya acabado su carrera y esté haciendo el MIR (aunque lástima de carrera a juzgar por la cochambre de explicación sobre glándulas, hormonas e hipotiroidismo que he sacado con sacacorchos), pero que no es el doctor que tengo asignado. Por lo menos, las presentaciones pertinentes, a parte de supervisar e intervenir de un modo conveniente.
No dejo de sorprenderme. Entiendo que a una persona que se decide por una vocación como la de médico se le presupone una humanidad, una empatía, no poca inquietud intelectual, un espíritu solidario...
La cosa es grave, lastimosa y para reflexionar. ¿Qué sistema de valores y qué sistema educativo y qué tantas otras cosas subyacen tras el curso de la sociedad, que hacen prevalecer la absoluta falta de ética, sensibilidad, compromiso, autenticidad, solidaridad, activismo, ilusión, etc. que embarga las decisiones y los actos que rigen la vida de la mayoría de las personas?
Aunque aún en minoría, y como dijo el poeta Arthur O'Shauhnessy, 1844-1881: /[...] un solo hombre, seguro de su sueño, irá sin pensar a conquistar una corona/ /y tres, armados con un ritmo nuevo, pueden provocar la caída de un imperio./
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