La ignorancia es la primera linea defensiva del especista. Sin embargo, es fácilmente infringida por cualquiera con el tiempo y la determinación de encontrar la verdad. La ignorancia ha prevalecido durante tanto tiempo sólo porque la gente no desea saber la verdad. "No me digas, me arruinarás la cena" es la típica respuesta ante cualquier intento de informar a alguien cómo fue producida su cena. Incluso la gente que es consciente de que la granja tradicional ha sido substituída por los intereses de las grandes empresas, que su ropa viene de vacas torturadas hasta la muerte, que su entretenimiento significa el sufrimiento y la muerte de millones de animales, y que algunos experimentos dudosos son efectuados en laboratorios, aún se aferra a la idea imprecisa de que las condiciones no pueden ser tan malas, o de lo contrario el gobierno o las sociedades del bienestar de animales hubieran hecho algo al respecto. PERO no es tanto la incapacidad para saber lo que está sucediendo, como el deseo de no conocer los hechos que residen en el fondo de la conciencia de uno, la causa de esta falta de conocimiento. Después de todo, las víctimas de lo que sea que ocurre en estos lugares terribles no son miembros de nuestro grupo. Se trata de dolor y sufrimiento. No de la inteligencia, la fuerza, la clase social o el derecho civil. El dolor y el sufrimiento son en sí algo malo, y deberían ser evitados o minimizados, independientemente de la raza, sexo o especie del ser que lo sufre. Todos somos animales de este planeta. Todos somos criaturas. Y los animales no humanos sienten sensaciones como nosotros. Ellos también son fuertes, inteligentes, trabajadores, móviles y evolutivos. Ellos también son capaces del crecimiento y la adaptación. Ante todo son TERRÍCOLAS como nosotros. Y, como nosotros, están sobreviviendo.
Algunas personas incultas pretenden saber que los animales menos inteligentes no sienten dolor como nosotros. La verdad es que sabemos muy poco de lo que sienten otros animales, salvo que también deben de someterse a la ley universal que causa que todo organismo muriendo por medios no naturales sufra demasiado antes de la liberación final. Pero es un disparate decir que los "animales" no sufren por tener un orden inferior de inteligencia. El dolor es dolor, transmitido por nervios al cerebro. Y existen otros nervios a parte de los de la inteligencia. Nervios tales como la vista, el olfato, tacto y oído. Y en algunos animales estos nervios están más desarrollados que en el hombre.
Sabemos que nunca ha existido una época en la que hayamos aprendido algo de la fisiología del hombre torturando a los animales. Sólo aprendimos algo sobre los animales. Y si hay algo que podemos aprender de ellos a nivel psicológico, no es por medio del acero o la electricidad, menos a través de la violencia psíquica. La tortura sistemática de seres sensibles, de cualquier tipo y sea cual sea el pretexto, no puede lograr más que lo que ya ha logrado: mostrarnos el punto más bajo de la degradación del hombre.
Los seres humanos deberían amar a los animales, así como los sabios aman a los inocentes, y los fuertes aman a los vulnerables.
En el brezal, King Lear le preguntó a Gloucester: "¿Cómo ves el mundo?" Y Gloucester, que era ciego, respondió: "Lo veo sintiéndolo". I see it feeling.
Todos somos los TERRÍCOLAS. Haz la conexión.
We are the Earthlings. Make the connection.
- Fuente: Earthlings (Terrícolas). Gracias, Shaun Monson, Joaquin Phoenix y a todo el equipo, por ayudar a saber la verdad a quienes tenemos la determinación de encontrarla.
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