17.7.13

Geografía del País de las Hadas

¿Os acordáis de mi escrito: “El Hogar de las Hadas”, donde hablaba y ponía imágenes de las Brujas y las Hadas (Spirits of the Witches' Ancestors)?
Pues ahora esto: Geografía del País de las Hadas (Brujería del Cerco).. Donde habita Tabiti, donde vive Elphie J

Geografía del País de las Hadas


La Tierra de las Hadas es conocida en Brujería como el Elphame. La certeza acerca de su existencia se remonta a tiempos inmemoriales. El folklore y la tradición de todos los pueblos de la tierra hacen alusión a la existencia de un Reino ubicuo. Un mundo que se extiende más allá del tiempo y del espacio que está habitado por una diversidad de inteligencias que no concibe nuestra imaginación: seres teriomorfos y ornitomorfos de las formas más increíbles que nadie haya visto jamás. De otros se dice que parecen estar hechos de las mismas ramas y del musgo del bosque. Parecen surgir de las propias y caprichosas formas de la naturaleza.

Desde luego nada que ver con las imágenes a las que estamos acostumbrados a ver en los clásicos cuentos de hadas que nos regalan de niños. De nuevo alguien intentó edulcorar, confundir y disfrazar de otra cosa un conocimiento que subyace en nuestro inconsciente y a ese alguien, desde luego, no le conviene que lo dejemos aflorar libremente. Quizá porque el sustrato que contienen podría hacernos cambiar radicalmente nuestra visión de las cosas... Pero sí os puedo asegurar que todos, absolutamente todos los cuentos de hadas que han llegado hasta nosotros han sido tergiversados y manipulados de tal manera que han llegado hasta nosotros perdiendo toda su magia y su poder. Los símbolos cristianos se superpusieron a los viejos y antiquísimos símbolos paganos. Así ocurrió que un misterioso brujo se convirtió en médico de pueblo, que un espíritu se transformó en un ángel, un genio en un demonio y  Talía (que significa la que fecunda y brota con esplendor), el verdadero nombre de la bella durmiente, pasó a ser Aurora (resplandor rosado al amanecer). Solo con el cambio de nombres se produce una notable inversión del significado real del cuento... pero ya hablaremos algún día de estas cosas.

Los cuentos entonces han llegado hasta nosotros manipulados por eso se ha perdido el conocimiento sobre quiénes son esos extraños seres que habitan bajo las colinas huecas, aquellos que habitan el País de las hadas. Reciben muchos y variados nombres pero en realidad nadie sabe cómo se llaman. En Brujería, como ya he comentado, llamamos a su país Elphame. También es conocido como el País de las hadas, el Pueblo Tranquilo, el Mundo detrás de los mares... Infinitos nombres simbolizando siempre promesas eternas, quizá la añoranza de un mundo que fue y ya no es o quizá la existencia de un inexplorado reino bajo nuestros pies. Porque todas las tradiciones, o casi todas, coinciden en algo: ese misterioso y esquivo lugar se encuentra debajo de la Tierra. En Irlanda se lo conoce como Sídhe (pronunciado "shee"). Dicen los irlandeses que estos esquivos seres habitan bajo los montículos y las colinas donde se erigen los principales y más importantes vestigios megalíticos... Parece que la Nwyvre, la serpiente telúrica, se cuela de nuevo, insistente y palpitante, en nuestro quehacer de brujos.

En la Brujería del Cerco conectamos con estos seres para practicar nuestro oficio. Son los visitantes del Compás, los que son convocados cuando hacemos girar la brújula del tiempo, los que acuden al sabbat y los que nacen del brillante fuego que se agita bajo las colinas, siempre más allá de los mares y al otro lado de las montañas. Allí está nuestro origen, la profunda dimensión de nuestra psique donde nacen y mueren los arquetipos y donde todo se regenera y se transmuta: el caldero de Cerridwen.

Nuestros antepasados lo sabían. Sabían de la existencia de ese mundo subterráneo. Lo veían en estados alterados de conciencia. Sabían de su existencia cuando cerraban los ojos o por el contrario los abrían tanto que lo invisible se hacía tangible. Y siendo más pragmáticos, sabían los momentos del día exactos y los precisos lugares en que su mundo conectaba con el nuestro. Supieron de sus maneras extrañas y quizá fantasmagóricas para manifestarse en nuestro mundo pero sobre todo tenían una idea clara de su extraña, escarpada y entretenida geografía. 

Pero, ¿cómo es ese País de las hadas? ¿Dónde se encuentra? ¿Existe algún mapa? ¿Hay alguna manera de llegar hasta él?

Encontramos algunas pistas en el folklore y en los cuentos de hadas, auténticos depositarios de un saber desconcertante por su riqueza de matices. Todos nos hablan de misteriosos lugares de intercomunicación entre su dimensión y la suya. Son lugares liminares, umbrales donde podemos atisbar los puntos cardinales de su mundo. Por eso en brujería encontramos tantas referencias a trabajos que han de realizarse en determinados lugares y momentos. Queda entonces bastante claro que la magia solo puede hacerse cuando distintas dimensiones coinciden en el mismo espacio y tiempo.

La orilla del mar, de una laguna o de un río. La entrada de una cueva. Detrás de una cascada. En la base de una montaña o en la cumbre más elevada. En un cruce de caminos. En el cerco que separa lo que llamamos civilización y el bosque umbrío y salvaje. En el fondo del jardín, esa zona que tenemos más descuidada y crece agreste y selvática. En los sabbat (por eso se dice que en la noche de Halloween y en la noche de Walpurgis se rompe el velo entre nuestro mundo y el suyo), entre el sueño y el despertar, al amanecer y al anochecer... Es por supuesto la razón de por qué los brujos trazamos el Círculo o el Compás, por la necesidad de crear un lugar liminar para que se manifieste la magia. Es entonces cuando por el rabillo del ojo vemos a un duende correr durante el tiempo que dura un relámpago. Entonces algo se enciende y te das cuenta que el mapa del País de las hadas no se puede dibujar.

Es el mapa de todos los paradójicos lugares, espacios y momentos donde dos mundos, sean estos cuales sean, se juntan. Se vislumbra un segundo y dura toda una vida. El Elphame no es un mito. La mágica Tierra de las hadas no es una leyenda y, desde luego, muchas colinas están huecas.

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