Bieeen!! Dado que se va desplegando el camino de mi vida, que éste se forja con las propias decisiones, consciente e inexorablemente, pues nada es más blando y maleable que el agua, pero siempre vuelve para desgastar la dura roca: así el destino logra que cada uno acabe estando donde tenía que llegar, y es a partir de ahí cuando todo fluye [like water over a stone, Josephine Hart would write], cuando uno siente el despegue definitivo y que de veras va a alguna parte o a hacia algo superior, y se desata el propio potencial, las cosas antiguas y sabias que nos susurraba la Vida en el corazón para guiarnos todo este tiempo, como el murmullo de las olas en una caracola, cobran fractal sentido ... me planteé ayer por primera vez esta relación. No estoy segura de si las respuestas a las que llegaron la coreógrafa, actrices y bailarinas tendrán mucho que ver con las mías, pero para empezar, me alegro de que alguien más se haya percatado de esta relación, y reflexionado sobre ello. Seguramente la mayoría de las amas de casa ni siquiera se consideren brujas, y es muy probable que no lo sean, y seguramente también las que tampoco lo son, pero no están en casa, consideren a éstas y a las otras meras marujas, sin darse cuenta de que ellas como las que son como ellas pero en lugares distintos, nada tienen que ver con las brujas, que aunque también podría encontrárselas en sitios diferentes, se las suele encontrar en lugares parecidos ... Ellas, nosotras, ¡las brujas!, somos una estirpe de un linaje antiguo, poderoso y a menudo incomprendido, pero que se perpetúa, consciente e inexorablemente, igual como se suceden las noches y los días, las estaciones o las estrellas en su curso al infinito.
Medea, Warkick Goble
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