27.10.11

Si los pájaros vuelan y las hojas de los árboles se mueven...


Vine a la biblioteca con mis papeles y mis bolígrafos, en mi cruzada personal contra el formato digital, en una vuelta al apetecible desierto de la página en blanco. Y a la entrada de la biblioteca, mientras devolvía unos libros y renovaba otros, tuve una conversación sobre hojas y pantallas. El bibliotecario, ¡el bibliotecario!, me habló con entusiasmo de los tablets (libros digitales de amazon), con librerías virtuales donde con un toque del dedo puedes sacar virtualmente el libro que elijas de la estantería, y leerlo, pasando las páginas igual como si de un libro de papel se tratara. El color sepia, el satinado, el mate... me explicaba, cada vez más entusiasmado, ¡el bibliotecario, que pensaba yo sería un romántico de los libros, un nostálgico de la tinta, la hoja y los grafos!, imitan absolutamente el aspecto de las páginas de un libro real. ¡Pero no hay color!_me dice_. En los cuentos virtuales los pájaros vuelan, las hojas de los árboles se mueven...
¡Ah! Si los pájaros vuelan y las hojas de los árboles se mueven, ahí ya no tenemos nada que hacer, mis queridos libros, mis queridas hojas, mi querida y leal tinta con una historia conmigo, mis versos... Si los pájaros vuelan y las hojas de los árboles se mueven, ahí cesó la imaginación, la ensoñación, la creatividad... el cerrar los ojos e imaginar, el recrear paisajes mientras nos leen, mientras leemos, el avanzar por visiones según escribimos, avanzar hasta tocar la esencia de lo que estamos viendo, e intentar describirlo con el máximo detalle posible... a veces con lo mínimo. Pero claro, lo estamos viendo internamente. Estamos viajando internamente. El cerebro está creando, imaginando, fantaseando. Con los libros virtuales se acabó el ejercicio de la creatividad para el cerebro, para el espíritu. Aquí ya pasamos a procesar, a interpretar los datos externos que estamos visualizando. Pasamos a sacar partido de nuestro cerebro como la computadora que a menudo se dice que es, usándolo para cifrar y descifrar el nuevo lenguaje audiovisual, codificar y descodificar el sistema multimedia, interpretar estímulos y emitir respuestas, todo conmensurable, medible, datable.
Los pájaros que vuelan y las hojas de los árboles que se mueven podría pasar por FANTASÍA, pero es CIENCIA FICCIÓN.


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