Una cosa he aprendido. La medicina del Lobo no se puede aplicar a menos que la persona desee ser curada. La fuerza de La Loba no se puede aplicar si la persona no desea que la empujen al menos un poco. Lo que solía aliviar, ahora escuece, y lo que más ayudaba, ahora duele.
Estaré por ahí cantando las viejas canciones en la senda que lleva a mi guarida.
Cuando de veras sientas la imperiosa necesidad de conectar con tu mundo interior, oiré tu aullido.
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