27.4.12

Hippy Organica



¡Rúcula, "faves", guisantes, hierba luisa, menta, lechuga y salvia! (Maria et Manuel, Ca l'Esteve, Casetes de Ca n'Oliveró. Ángel, Vivers Can Nicolau, Castellbisbal. Abril 2012.)


¡Rincón de la cocina de Brujitasam!

13.4.12

Nuestros nombres


... Abro los ojos: aún sigo siendo Samanta Vega, a pesar de que Vega ya no significa nada para mí. Pero no logro dar con un nuevo nombre... aún no me he transformado del todo.
También los aborígenes australianos y muchas tribus de indios norteamericanos mudan sus nombres y los cambian por otros nuevos a lo largo de su vida, según van completando su evolución espiritual, y ello es motivo de ceremonia (bautizo) y celebración (re-nacimiento) en la comunidad. Son los rituales, sueños y creencias de la antigüedad, y hablan de una espiritualidad tan sabia y antigua como la Tierra. La de aquellos padres, madres, hermanos y hermanas

Que no tienen cultura, sino folklore.
Que no hacen arte, sino manualidades.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no practican religiones, sino supersticiones.
Que no tienen cara, sino brazos.


Según nos dijeron. Y maldijeron.

Vivir entre plantas



"Se escribe y se lee poesía  no porque sea bonita, sino porque formamos parte de la Humanidad.
 Se escribe y se lee poesía porque los seres humanos somos seres con pasiones [...] la poesía, el amor, 
 la belleza, ésa es nuestra razón de ser." (1989, Prof. Keating en El Club de los Poetas Muertos)

Los huertos y los jardines culinarios y medicinales no conviven con nosotros porque sean bonitos, sino por una necesidad vital en el ser humano de rodearse de plantas, porque pese a lo que digan, somos seres con pasiones, y estamos vivos, y no somos muy diferentes -¡tan modernos, uy, tan evolucionados!- de una flor, una piedra o una pasa. Y está bien que sea así. Y como animales vivos que somos procedentes de las entrañas de la Tierra, necesitamos plantar, regar, alimentar, cuidar, recolectar, cocinar junto a un fuego, alimentar, cuidar, replantar... Y así contribuir con nuestra rima. Y así sigue y se mantiene vivo el círculo verde de la Savia Sabia.

Cuida tus plantas y tus plantas te cuidarán a ti.


11.4.12

Poco ruido... y muchas nueces

Me estoy imaginando mi próxima entrevista de trabajo.
...
- ¿Y qué ha hecho este último año?- inquieto ante la brecha abierta en mi currículum.
Normalmente, habría intentado solapar los retazos de mi vida para su presentación en sociedad, pero ya sólo me interesa respaldar mis hechos con palabras que nacen del coraje de mis propias convicciones.
- Pues muchas cosas. Me he mudado, he aprendido a plantar, he paseado perritos en el refugio para animales domésticos de mi pueblo, y he leído un montón de cosas interesantísimas que me han cambiado la vida.
- ¿Podría explicármelo?
- Claro, pero no en una entrevista.

Sobre Madres Espirituales y Hermanas Espirituales



Una siempre tiene una madre biológica. Con suerte, también será una madre psíquica y espiritual. Pero también podría ser una madre torturadora bajo una piel de víctima, probablemente derrotada en su psique profunda aun sin reconocerlo; en definitiva, una madre "que no ofrece nada" pero de quien hay que mantenerse a buen recaudo mientras estés en sus dominios.
Igualmente con suerte, lo natural es que una encuentre muchas madres sabias y salvajes en el camino. Madres del alma, y que se irán sucediendo en tramos y etapas diferentes.
También hermanas. Una tal vez tenga una o algunas hermanas de sangre. Lo serán también del alma, o no. Pero también la mujer hallará en su camino distintas hermanas espirituales, que también deberá aprender a verlas alejarse con la justa pena, según unas y otras proseguimos nuestra propia senda personal. Y así debe ser.

Vasalisa


Me siento afortunada, dichosa y agradecida, por eso hoy también agradezco una "bruja mala" como madre y una hermana "desnaturalizada", pues me hizo -era, ahora veo, parte necesaria del cuento- ser rebelde, salvaje y autodidacta. Es fuerte lo que digo, pero más lo fuerte que apreté los dientes sin aflojar la sonrisa... Con el tiempo y en mi "tierra" he aprendido también a ser flexible, como el junco. Todo forma parte de un círculo, y cada cual ha de completar su evolución. No lamento nada, no echo de menos a nadie: los Mensajes en el Camino ("journeywork" y "journeying for the messages or medicine..."), las Señales ("manitous"), la Medicina del Alma ("my Furry Council"), las Madres Espirituales, las Hermanas Salvajes, los lobos, zorros y coyotes, acuden a una cuando se decide seguir la "senda" del autoconocimiento y rastrear la propia psique.

Sachamanta


Esto es una brecha abierta en el tronco por donde brota, viva, fuerte y alegre, la savia sabia: el legado ancestral de las mujeres, ese torrente de sabiduría primigenia, filogenética, tribal y antropológica y biológicamente nuestra y de nuestras antepasadas sabias y brujas.
Sachamanta es una voz quechua que significa: "Venida del monte". Y eso es lo que soy. Y hacia eso me muevo inevitablemente desde mi día primero, como las raíces buscan lo profundo de la tierra o las hojas lo alto del sol. Y no quiero evitarlo. Nada podría, de todos modos, evitar el "ser" de lo que "es" auténtico, verdadero. Creo en el poder regenerador de la Vida, y que ésta se abre camino en los lugares y de las maneras más insospechadas. La Naturaleza es un libro abierto para quien lo quiere mirar, pero sus caminos y misterios, inexcrutables para quien los recorre como un desconocido. Me descubro la capucha de Caperucita Azul -siempre azul, no me preguntes porqué-, el sombrero que siempre me sentó tan bien y no sabíamos tampoco el porqué, ante esta brujita Sam. Aún no conozco la totalidad de este legado, y voy siguiendo, incansable como los lobos, no el hilo como Ariadna, sino mi "raíz" al centro de la Tierra, y el hallazgo del tesoro es mi gran aventura sobre mí misma y sobre la Vida. Y esta conciencia cada vez mayor de cuanto naturalmente me rodea y de un poderoso -por cuanto talentoso e intuitivo- interior que responde a la llamada de lo salvaje, desenrollando sus raíces antiguas y sabias, y haciéndome avanzar por dentro, me hace disfrutar cada día más de la Vida y ser más feliz. La Unión con el Hombre Salvaje (Manawee, el Mago): el Nacimiento del Clan de la Montaña; el Hallazgo de la Manada: la dicha de la pertenencia; y el aullido: la recuperación del legado ancestral. El fuego, los alimentos, las plantas, las raíces, las hierbas... (Tabiti) y lo artesano, lo creativo, lo sensible, la aventura, el Amor, el Hogar, la Naturaleza, los animales.